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El Risueño Jabalí - Blog de Restaurantes

Restaurante Paralelo Cero

Restaurante Paralelo Cero

El pasado viernes 22 de Junio, y para celebrar mi reciente cumpleaños, celebré la habitual cena de conmemoración con familiares y amigos. En esta ocasión fuimos once comensales, creo que la vez que más gente ha venido. Seleccioné este restaurante porque había estado una vez con mi pareja y nos gustó mucho y también se lo había recomendado a mi hermana para ir a cenar con unos amigos en una visita a Madrid y también salieron encantados. Es un restaurante ecuatoriano (de ahí el nombre) aunque ellos denominen su cocina como "mediterránea con toques andinos".

El local está decorado sencillo y elegante, en tonos blancos y claros. Tienen una pequeña bara en la que habían puesto una gran pantalla en la que estuvimos viendo el fútbol (jugaban Alemania y Grecia) hasta que estuvimos todos y pasamos al comedor. El comedor no es muy grande (aparte de nuestra mesa, que era grande, había otras cuatro, si no recuerdo mal. En cualquier caso, la separación entre mesas es suficiente y las mesas son de buen tamaño. Disponen de un pequeño ratio anexo al comedor ideal para que los fumadores puedan salir a echar un cigarrito sin tener que salir a la calle. También disponen de un ambiente intermedo entre la pequeña barra y el comedor, frente a la cocina, que se ve al pasar a través de unas cristaleras, y son unas mesas altas con taburetes altos en las que se puede disfrutar de comida en un ambiente más informal y más barato (supongo). Digo esto porque en mi primera visita, tenían puestos dos menús de mediodía (y eso que era sábado) a diferentes precios y al parecer era uno para cada parte del restaurante, y el precio del de la parte de fuera era como la mitad que el de dentro.

El servicio fue regular esta vez (a diferencia de mi primera visita en la que fue excelente), ya que no nos dejaron el vino en la mesa sino en una mesa auxiliar al otro lado del comedor y nos quedamos sin vino en varias ocasiones, teniendo que buscar un camarero que nos lo sirviera, lo cual es muuy molesto, ya que te hace parar de comer y tener que esperar hasta que te sirven más vino. Este fallo lo han tenido conmigo incluso en algún restaurante con estrella Michelin y creo que es un fallo imperdonable. Si tomas la decisión de no dejar las botellas de vino en las mesas tienes que estar muy atento para que no suceda esto. De lo contrario, es mejor dejar el vino en las mesas para que los clientes se sirvan solos si quieren (no quitando esto que puedan también estar atentos y rellenar las copas cuando haga falta...). A parte de este detalle, el servicio fue correcto.

En cuanto a la comida, pedimos lo siguiente: Como entrantes y aconsejados por uno de los dueños (Michael Ruiz) que nos atendió, pedimos para compartir, tres Ceviches de Camarón (no tenían el de Bogavante y Ostras al que yo le había echado el ojo, lástima), tres Yapingachos (plato típico ecuatoriano parecido a los huevos rotos, a base de patatas y chorizo, con unos huevos de corral por encima) y dos de Atún Tibio (atún ligeramente pasado por la plancha y servido fileteado. Todo muy rico y el ceviche bastante original ya que lo hacen con naranja (o mandarina, no estoy seguro).

De segundo plato cada cual pidió lo que quiso, resultando al final que pedimos cuatro de Rodaballo salvaje (al parecer estaba muy bueno), tres de Seco de Gallina Pintada (palto típico ecuatoriano), tres de Fritada Paralelo (cerdo ibérico macerado y cocinado a baja temperatura, excelente, fue mi elección) y un Steak Tartar. Como digo, mi plato estaba muy bueno y por lo que oí de los demás los otros también.

De postre pedimos: Una tarta de Queso con Uvillas (Physalis), dos de Bizcocho Fluido de Chocolate, Un Strudel de Duraznos (melocotones) y tres Sorbetes de Mora al vodka.

Para rematar, 7 cafés, una infusión y los copazos: Cuatro Gin-tonic de Citadelle (com schweppes, grave fallo no tener alguna tónica mejor, que deberían corregir), otro de London Nº1, un Ballantines-Cola, y otras tres copas que no recuerdo.

Para acompañar dicho menú, nos recomendaron el vino de la casa, ya que lo tienen en formato Magnum y resultó ser un Pujanza Norte 2007, un crianza de Rioja que está bien.

El precio total (aparte de lo mencionado incluye un par de cervezas que se tomó Natalie, que es alégica al vino, y tres botellas de agua) fue de 599,44€, un precio correcto para la cena que tomamos. Destacar que nos invitaron a las cervezas previas a la cena, un detalle.

En resumen, un sitio que sin duda merece la pena visitar.

Para terminar, puntuaré (0 mínimo - 10 máximo):

Local:  8

Comida:  8.5

Servicio:  7.5

Precio:  35-60€/pers.

Ficha:

Paralelo Cero

Dirección:  Villanueva, 21

Localidad:  Madrid 

Distrito:  Salamanca 

Metro:  Retiro 

Teléfono:  915776926

Página Web:  http://www.paralelocero.es/

Días de cierre:  Domingos Noche

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