Blogia
El Risueño Jabalí - Blog de Restaurantes

Cena Clandestina

Cena Clandestina

El pasado viernes 18 de Octubre mi pareja y yo conseguimos por fin plaza en una de las Cenas Clandestinas. Al ser clandestina sólo diré sobre el lugar de celebración que tuvimos suerte y pudimos cenar en la coqueta terraza de Anilú, disfrutando de una temperatura excelente.

Estas cenas son para ocho comensales y resultó que finalmente éramos los únicos que estábamos allí sin ser conocidos de la cocinera. Los otros seis comensales fueron Olga y Juan Víctor (una pareja peruana), Almudena y Marcos, Noelia y su primo Fernando.

Cena Clandestina

Menú Cena Clandestina

Makis de Lomo (de Atún) a lo pobre

Buta No Kanuki

En cuanto a la comida propiamente dicha, Anilú nos deleitó con el siguiente menú basado en la comida Nikkei de su país, maridado con vinos:

  • Edamame con Ají -> Pisco Sour de Maracuyá
  • Tiradito al pesto -> Hiruzta, D.O. Getariako Txakolina
  • Makis de Lomo (de Atún) a lo pobre -> Tardieu-Laurent Les Lauzières Rosé 2012, A.O.C. Côtes-du-Rhone
  • Berenjenas Tahini-Miso -> Treinta Mil Maravedíes 2012, D.O. Vinos de Madrid
  • Buta no Kanuki -> GR-174 2012, D.O. Priorat
  • Gyozas de Manzana con Jalea de Rocoto

Toda la comida estuvo muy bien y pasamos una entretenida velada sobre todo escuchando las interesantes historias de Marcos (cámara de profesión) y aprendiendo sobre restaurantes peruanos de Madrid, preguntando a Olga y Juan Víctor que al parecer se conocen todos (por lo menos los buenos). Baste decir que nos dieron más de las tres de la mañana a los que aguantamos hasta el final (Noelia y Fernando se fueron un poco antes porque ella se estaba bebiendo todas las bebidas de Fernado pues éste tenía que conducir y acabó un poco "traspuesta").

Tras la comida, los pertinentes cafés y una agradable sobremesa, que no tuvo que ser moderada por Marcos, a quien se le otorgó el timbre para acallar a quienes se suben demasiado el tono de la conversación para no molestar a los vecinos, pero claro, había una fiesta en alguna casa cercana que armaba mucho más jaleo que el que nosotros pudimos armar. Además, éramos un grupo de lo más civilizado y la animada conversación se mantuvo en niveles de decibelios aceptables para cualquier hora.

En cualquier caso, gracias a Anilú y a Eduardo por la estupenda cena. Esperamos repetir.

0 comentarios