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El Risueño Jabalí - Blog de Restaurantes

Cena Maridada en Taberna Laredo (VI)

Cena Maridada en Taberna Laredo (VI)

El pasado martes celebramos una nueva "edición" de las cenas maridadas en Taberna Laredo. En esta ocasión fuimos un grupo pequeño, seis personas, todos hombres.

Miguel empezó abriendo una botella de vino blanco Neozelandés, Craggy Range Sauvignon Blanc 2008, vino que estaba bien, aunque su acentuado sabor a melocotón sólo lo hacen aconsejable para una copa, ya que satura. En palabras de Miguel: "Parece zumo de melocotón". Para acompañar al vino (¿o es al revés?) nos sirvieron un Pastel de Ventresca con Pimientos Asados y Aguacate, que estaba muy bueno.

El siguiente vino que nos abrión fue un tinto de Toro, Almirez 2007, de la bodega Teso la Monja perteneciente al Grupo Eguren, nacida después de la venta de la Bodega Numanthia Termes a Louis Vuitton*. Según nos comentó Miguel es el "hermano pequeño" del "nuevo Numanthia" (me dijo como se va a llamar pero no lo apunté), ya que es la gama inferior que han sacado en esta bodega. La verdad es que el vino estaba muy bueno, aunque un pelín más frío de lo que era aconsejable, así que en cuanto se atemperó un poco disfrutamos mucho más de él. Junto con este vino nos sirvieron unos Calamares de Potera (muy ricos) y unos Gnoqui con Idiazábal y Perrechicos que estaban deliciosos (para mi el mejor plato de la cena).

A continuación vino un ración de Callos que al parecer estaban muy buenos (no me gustan, así que me limité a mojar pan en la salsa que, doy fe, estaba muy rica). Junto con los callos vino el mejor vino de la noche para mi gusto: Leda Viñas Viejas 1999. Comenté a Miguel que creía que este vino ya lo habíamos tomado con anterioridad (tras consultarlo lo confirmo, fuen en la "cata de carnes" comentada en este blog) por lo que se ofreció a cambiarlo, pero me negué en redondo ya que tenía un gran recuerdo de este vino (acerté porque en la cata de carnes sólo estábamos dos de los asistentes a esta cena). Una vez más, el vino estaba espectacular. Como curiosidad Miguel nos comentó que se había llevado una botella igual para tomar en casa y la tuvo que tirar, ¡que mala suerte!. Para acabar el vino llegó el plato fuerte de la noche, tres raciones de Tartar de Atún, que en esta ocasión venía elaborado con una vinagreta de remolacha, que le daba un toque diferente. En cualquier caso, nos gustó mucho a todos.

Y para finalizar la cena, la inevitable tabla de quesos. Esta vez los quesos fueron: Cabra de Valencia con pimentón, Brie, un queso de Pirineos, Cabra francés, un suizo parecido el gruyere y un queso llamado Le Nuits D’Or, que tiene una corteza que huele fortísimo, como a pañales de bebé (sucios, claro). Miguel nos dijo que quitáramos la corteza porque es muy fuerte (cosa que yo hice) pero hubo alguno que la probó y que incluso le gustó. Con estos quesos nos tomamos una botella de Riesling alemán, Fritz Haag 2007, que estaba realmente bueno y que acompañó perfectamente a los quesos (y al membrillo correspondiente que los acompaña).

Como colofón cuatro tomaron café y todos nos tomamos los correspondientes "copazos". Esta vez fueron dos Gin-Tonic de ginebra Citadelle (y tónica Fever Tree), y cuatro cubalibres de Matusalem 15 años (no les quedaba Zacapa).

Como siempre, una divertida cena salpicada por explicaciones de Miguel sobre los vinos, que acabó con una tertulia futbolística aprovechando que uno de los asistentes es culé y el Barça acababa, como quien dice de empatar a cero.

En esta ocasión salimos a 55€ por persona, un precio fantástico.

Para terminar, como siempre, el enlace a la entrada en la que están los datos del restaurante (por si a alguien le interesa):

Enlace a Taberna Laredo

 

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