Menú de Carnes en Taberna Laredo
El pasado sábado tuvimos una "cata" de carnes en Taberna Laredo. Este evento surgió por iniciativa de Miguel en una de nuestras cenas y elegimos ir a comer en lugar de la habitual cena dado lo contundente del menú.
En esta ocasión fuimos 8 personas (buena cifra de asistentes, ya que así cada botella de vino da para una copa por pesona aproximadamente), con un sólo debutante en este tipo de eventos.
Para comenzar nos pusieron un aperitivo consistente en unas Patatas con Mojo rojo, con las que terminamos las cervezas y vinos que habíamos pedido en la barra y que trasladamos a la mesa.
Pese a ser un menú de carnes comenzamos con una Ensalada de Ventresca acompañada por el único vino blanco de la jornada, Predicador Blanco 2007, un blanco con crianza en barrica de Rioja muy bueno (elaborado por Benjamín Romeo, creador del mítico Contador), floral en nariz y graso en boca, muy adecuado acompañamiento de la ensalada y gran comienzo de la jornada. Continuamos con unas Setas Salteadas con yema de huevo (boletus, trompetas de los muertos, rebozuelos y perrechicos si mal no recuerdo), frescas y exquisitas como siempre.
A partir de aquí comenzó el festín cárnico. Para empezar un guiso de Jarrete de cerdo acompañado de verduritas, muy sabroso. Para acompañar Miguel nos abrió un vino de la zona de Côtes du Rhône, Cornas Domaine Clape Renaissance 2005. Un vino potente, con cuerpo pero elegante que estaba realmente bueno.
Continuamos con el clásico Cochinillo en dos cocciones acompañado de crema de patata trufada. Delicioso, como siempre. Con este plato tomamos una joya, Leda Viñas Viejas 1999. Al parecer quedan muy pocas botellas de esta añada (la primera) de este gran vino. Miguel comentó que había conseguido 24 botellas y nos abrió una de ellas. El vino estaba sabroso, potente, redondo... espectacular en resumen, no cabe otro calificativo.
La siguiente carne fue una Mini Hamburguesa de Wagyu (raza de las famosas vacas de Kobe) de Nueva Zelanda (encontrar carne auténtica de Kobe en España es casi imposible y el desorbitado precio no se justifica). La "hamburguesita" venía acompañada de patatas fritas y con crema de queso y mostaza de Dijon "a la antigua" (en grano). Resultó una carne muy jugosa y suave, en conjunto muy buena. Comentar que tanto José Antonio como Almudena no se comieron las patatas para poder aguantar el tirón de este contundente menú... Esta delicia la acompañamos de un Borgoña (una de las 6 botellas que Miguel se trajo de Borgoña y que tuvo a bien descorcharnos), Chassagne Montrachet "Clos St Jean" 1er Cru Rouge 2005 de Domaine Morey-Coffinet. Un gran vino, elegante y muy sabroso en boca.
Para finalizar con las carnes, acabamos con unos Entrecots de Cebón de Somosierra (de los que hubo que pedir un tercero para saciar a Mariano y a Shirco, aunque prácticamente todos comimos algo del entrecot extra).
Acompañando el cebón Miguel nos abrió una botella de un vino D.O. Campo de Borja, Alto Moncayo 2005 (a petición nuestra, ya que algunos ya habíamos probado este excelente vino de uva garnacha y nos encantó) y otra de un vino D.O. Priorato, Vi de Poble de Torroja de Terroir al Limit 2005, vino realizado (cosa que se puede apreciar también en la nomenclatura) al estilo borgoñón por Eben Sadie, enólogo sudafricano creador del famoso vino sudafricano Columella y que ahora se ha afincado en el Priorato. Este vino resultó frutal y expresivo en boca, muy agradable, con notas características de la zona (dado que está hecho con uvas autóctonas, cariñena y garnacha) aunque con más acidez que la acostrumbrada en los prioratos.
Con este vino también acompañamos la indispensable tabla de quesos, que en esta ocasión fueron: Payoyo de Cádiz, Torta de Barros, Lomont, Oveja de Zamora y un quinto queso del que miguel sólo supo decirnos que era francés. Junto con los quesos, una novedad, unos "petit-fours" consistentes en diversas frutas secas: coco, piña (riquísimo), almendra, avellana con wasabi (picante), gominola de fresa y avellana con dulce de leche.
Ni que decir tiene que a continuación vinieron los copazos (el consabido gin-tonic de Citadelle con tónica Fever Tree para mi y para unos cuantos más, cada día hay más "conversos" al digestivo gin-tonic, y diversas copas para el resto). En esta ocasión "tuvimos" (por obligación, claro) que tomar dos rondas de copas dado que al tratarse de una comida la sobremesa se alarga más.
Todo esto por unos 76€ por persona (Miguel nos invitó a una botella, la de Borgoña, al César lo que es del César).
Por supuesto, Miguel nos fue dando explicaciones sobre los de los vinos durante la comida aunque estaba muy liado ya que el restaurante estaba "a tope". Eso sí, nos dió una interesantísima charla sobre la Borgoña al final de la comida (cuando la cosa estaba ya más tranquila).
Enlace a Taberna Laredo
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